A nadie se le escapa que, a la hora de colocar tarimas laminadas en locales comerciales hay que atender a una serie de cuestiones básicas. Date cuenta de que estamos hablando de pavimentos por los que pasan muchas personas al cabo del día. Esto quiere decir que el nivel de resistencia ha de ser alto. Por descontado, también va a influir la actividad del negocio. No será lo mismo colocar tarima en un gimnasio que hacerlo en un restaurante o en una tienda de ropa.Lo cierto es que el sector del suelo de madera ha evolucionado mucho en los últimos años. Ha ido incluyendo nuevos materiales. Un abanico con el que debemos estar familiarizados para hacer la elección acertada. Si sigues con asiduidad las publicaciones del blog de Tarimas del Mundo sabrás que hablamos de “flotante” porque, si una tabla se estropea, esta se puede reparar de forma individual sin tener que levantar todo el suelo. Además, este tipo de pavimentos no crujen al pisar sobre ellos, algo muy a tener en cuenta en los comercios en pro de la comodidad de los clientes. Imagínate una tienda o un bar en el que cada vez que se dé un paso suene un insistente crujido. Está claro que lo inteligente es optar por pavimentos que lo eviten.
Si la ventaja de la facilidad de colocación de estas suelos laminados es algo que tienen muy en cuenta nuestros clientes particulares, imagínate cuando nos llaman desde un local comercial. En estos casos, cuanta menos obra haya que hacer y menos molestias se causen mejor. Eso es precisamente lo que conseguimos con este tipo de superficies, olvidarnos de hacer aparatosas obras. Su colocación es muy sencilla. Se usa un sistema tipo clic para el que no necesitamos ni cola ni pegamento. Eso sí, la base ha de ser firme y regular. Una vez colocadas las lamas, no será necesario ni lijar ni barnizar.
En el caso de los comercios, necesitamos que el rango AC, que hace referencia a las clases de abrasión, sea alto. Se recurre por lo general a un AC5, es decir, al nivel más alto de resistencia al desgaste. La última ventaja de estas tarimas flotantes para comercios es su facilidad de mantenimiento. No importa que se trate de un bar en el que caigan bebidas o restos de comida al suelo. Podemos pasar la aspiradora sin miedo a que se raye y recurrir a limpiadores, aunque lo mejor es que sean neutros. Eso sí, hay que evitar pasar la fregona si no está bien escurrida para que la humedad no dañe a la superficie.