Una de las ventajas de las tarimas de madera es que su colocación es sencilla y su uso evita obras y otras tareas engorrosas. La instalación de cualquier tarima flotante se hace rápidamente y sin molestias. Realmente no se trata de una tarea compleja, tampoco requiere de mucho esfuerzo, aunque sí es necesario tener en cuenta una serie de cuestiones fundamentales para que el resultado final sea el esperado. Este tipo de pavimentos son la solución más sencilla, rápida y funcional que podemos encontrar en el mercado.
